sábado, 15 de febrero de 2014

Pros y contras del chupón



Todos los bebés nacen con un reflejo primario de succión que les permite adaptarse al medio que los rodea. Además les ayuda a alimentarse y cubre una necesidad psicológica de bienestar, ya que al hacerlo experimentan un estímulo placentero en los labios, lengua y mucosa oral que los tranquiliza y los relaciona con su mundo, especialmente con su madre durante la lactancia.

Por ello es normal que se lleven los dedos a la boca entre los dos y seis meses de edad. A esto se le llama hábitos  de succión digital, siendo parte de su desarrollo oral y una forma de conocerse. Por lo regular, los niños se chupan el dedo pulgar cuando tienen sueño, están dormidos, aburridos o hambrientos, después de comer o en situaciones de estrés para tranquilizarse. 

Esta costumbre desaparece por sí sola entre el primer y tercer año de vida. Sin embargo, muchos pediatras y odontopediatras están de acuerdo en que se utilice un chupón o pacificador como sustituto del dedo, debido a que se ha visto que los niños que usan chupón raramente permanecen con el hábito, por lo que es más fácil que lo dejen, pues bajo el control de los padres es posible suspenderlo de manera inmediata. 

Además, una succión frecuente y duradera del dedo ocasiona problemas dentales, como una maloclusión o mordida incorrecta por la falta de contacto entre los dientes anteriores e inferiores. Estos problemas en los dientes se presentan también con el uso de chupones, pero son menores y menos pronunciados.

Los expertos recomiendan ofrecer el chupón únicamente si el niño es propicio a desarrollar el hábito de succionar el dedo.

Ventajas

  • Brinda consuelo al bebé, ayudándolo a calmarse por sí mismo cuando su mamá no puede atenderlo.
  • Disminuye la ansiedad.
  • Inhibe la succión del dedo que ocasiona más problemas dentales y mayor dificultad para dejar el hábito.
  • Es recomendable cuando viaja en avión para evitar los cambios de presión en sus oídos.

Desventajas

  • El abuso del chupón puede crear problemas en la lactancia, ya que si el bebé no ha aprendido a amamantar, interfiere en la posición para tomar el pezón porque sólo exige que lo aspire sin que haga más movimientos con la musculatura bucal.
  • Incide en problemas dentales, como mordida incorrecta y constricción maxilar (cambio en el equilibrio entre la musculatura de la boca y la lengua).
  • Puede crear una dependencia emocional, gracias a a la cual no aprenderá a relacionarse con su entorno y ni a tranquilizarse de otra manera. Muchas mamás ponen el chupón al primer signo de llanto o incomodidad del bebé, siendo que lo que quiere es comer, jugar, que lo carguen o que le cambien el pañal.
  • Si se usa para dormir, le dificulta dormirse por sí solo y si se le cae en la noche, no puede volver a dormirse sin él.
  •  Interfiere en el desarrollo del lenguaje porque tiene la boca ocupada todo el tiempo.

¿Sabías que?

Esta succión es una necesidad que aparece desde la semana 16 de vida en el útero.

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