viernes, 25 de abril de 2014

Remedios caseros para curar los talones agrietados

Te has dado cuenta que durante la época de intenso verano y/o invierno tus talones tienden a agrietarse? Bueno, esto es una clara señal de que no cuidas lo suficiente de ellos.

Los pies agrietados son poco atractivos y, en algunos casos, incluso pueden sangrar y causar infección y dolor extremo. La buena noticia es que pueden ser fácilmente atendidos con algunos remedios caseros simples y fáciles.  


La falta de humedad, estar de pie durante largas horas, el uso de jabones fuertes, la deshidratación, la exposición continua al agua, el sobrepeso y usar un mal tipo de calzado son algunas de las causas más comunes por la que los pies, en especial los talones se agrietan. Algunos de los signos y síntomas de pies agrietados son manchas rojas y escamosas, descamación de la piel, picazón, etc.  

 

Aceite de oliva

La forma más sencilla de curar los talones agrietados es aplicar un poco de aceite de oliva extra virgen con la ayuda de un algodón y masajear suavemente  en un movimiento circular durante cinco a diez minutos, luego ponte un par de calcetines de algodón. También puedes mezclar el aceite de oliva con una crema hidratante y ponerle unas gotas de aceite de lavanda para ayudar, no solo a relajar tus pies sino a ti mismo. Masajea la mezcla en tus pies y cubre igualmente con calcetines.

 

 

Agua Tibia

Todas las noches antes de acostarte, pon tus pies en agua tibia y añade a esta unas gotas de jabón líquido (puedes usar unas gotas de tu shampoo también). Sumerge los pies en el agua por unos 20 minutos para aflojar las células muertas. Luego frota suavemente con una piedra pómez. Enjuaga tus pies, sécalos, ponles una crema hidratante y cúbrelos con calcetines de algodón. Haz esto diariamente.

 

 

Limón

El jugo de limón  tiene una propiedad ácida natural muy suave y por lo tanto lo puedes utilizar para deshacerte de las células muertas de la piel seca de los talones agrietados. Añade un poco de jugo de limón en agua tibia y sumerge los pies en esta solución durante unos minutos. Luego frota suavemente con la ayuda de un cepillo o piedra pómez. Después de lavar y secar los pies completamente, aplica un poco de crema hidratante.

 

Miel

Puedes remojar tus pies en agua tibia con miel durante diez minutos. Esto te ayudará a deshacerte de la resequedad y tener unos pies siempre suaves. Otra opción es hacer un exfoliante natural en casa con miel, vinagre de manzana y harina de arroz. Mezcla bien estos ingredientes hasta obtener una pasta y masajea tus pies con esta. Retira la mezcla con agua tibia.


Recuerda que para ver resultados debes ser constante. Debido a que tan agrietados tengas tus pies así mismo tomarán más tiempo en reponerse. Todo es cuestión de paciencia y constancia, al final ya verás que tus pies quedarán como nuevos.


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