La mayoría de nuestras lectoras nos han dicho (y han estado de acuerdo) en que las relaciones sexuales resultan por muchas razones, más placenteras durante el embarazo, ¡créelo!
Esto se debe a que los estímulos llegan con mayor rapidez al cerebro debido al alto nivel hormonal de su cuerpo. Partes como los pezones, pechos y órganos sexuales están mucho más sensibles por lo que resulta más fácil estimularlos y, por lo tanto, que ellas se exciten.
Si a esto agregamos que ellas no tienen que preocuparse por quedar embarazadas, podríamos decir que tener relaciones sexuales durante el embarazo no sólo es altamente placentero sino hasta ventajoso.
Es cierto que algunas durante el primer y el tercer trimestre pierden la libido, es decir, el deseo sexual y también las hormonas son las culpables de esto pues generan síntomas como náuseas, fatiga y vómito que acaban por desalentarlas. Hacia el final de la gestación el gran volumen corporal de su vientre y el peso que alcanzaron es el que las desanima.
Qué debes hacer
Para que el volumen de la panza no sea incómodo y para no mover demasiado al bebé, se recomienda practicar posturas en las que la penetres desde atrás, ya sea acostados, en cuclillas o sentados uno frente al otro a la orilla de la cama. En ésta última, tú puedes bajar los pies y tocar el piso, mientras que ella se mantiene en cuclillas sobre la cama, y coloca su vientre sobre el tuyo.
Recuerda que el bebé no corre ningún peligro ya que el útero está sellado por un tapón mucoso y la placenta.
Cuándo es mejor esperar
Sólo si hay algunas situaciones especiales como:
Hemorragias inexplicables
Durante el primer trimestre, si hay historial de abortos anteriores
Si se rompen las membranas fetales
Si ella padece de placenta previa
Durante el último trimestre, si hay un embarazo múltiple
Ojo con el sexo oral
Cuya única prevención que deben tomar es no soplar en el interior de la vagina, pues está comprobado que la entrada de aire a presión puede provocar aire en la corriente sanguínea de ella y causar una embolia, o sea una obstrucción de los vasos sanguíneos y poner en riesgo la vida de ambos.
La mayoría de los ginecólogos recomiendan abstenerse por completo hacia la semana 36 pues podría presentarse más fácilmente dicha complicación.
Recuerda que lo principal es mantener la comunicación íntima entre ustedes y reforzar su relación. ¡Suerte!
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