Una de las decisiones más complicadas en una familia es plantearse una separación o un divorcio. Si esto ocurre es porque algo ha ocurrido para tener que romper el vínculo. No se hace porque sí y siempre hay mucha reflexión por detrás para poder afrontar las consecuencias del divorcio de la mejor manera posible.
Pero incluso en estos momentos tan delicados, hay que "hacer de tripas corazón" y aunque os echéis los trastos a la cabeza, hay que hacer un intento de unión en favor de vuestros hijos. Ellos no se merecen vivir un infierno por vuestra ruptura, ya que no deben sentirse culpables de nada porque no tienen nada que ver en esta decisión. Hablar con los hijos sobre la separación lo deberéis hacer juntos.
Primero, negación
Ningún niño e hijo del mundo aceptará de buen grado que sus padres se separen y mucho menos que se divorcien. Para que lo puedan afrontar bien es necesario que ambos, como padres, le expliquéis qué está pasando y cómo les afectará vuestra decisión a ellos.
Jamás le hagáis pasar esto a vuestros hijos si no estáis al 100% seguros de llevarlo a cabo, ni tampoco es aconsejable hacerlo con mucha antelación.
¿Cómo es mejor decírselo?
Juntos, siempre juntos. Ante todo debéis tener claro esto porque tus hijos deben ver y darse cuenta que los dos estáis de acuerdo en llevar a cabo esta decisión. Si tenéis un hijo mayor, es conveniente hablarlo primero con él y después con el pequeño, de este modo el mayor os podrá ayudar a reconducir la situación con el pequeño si es necesario.
¿Dónde sería mejor?
Es lugar es muy importante, debe ser un sitio neutral y mejor fuera de casa. Porque de este modo no lo asociarán como un momento difícil de llevar y evitaremos generar peleas y un posible recuerdo negativo.
Es adecuado un lugar que les guste a tus hijos como la playa, el parque, el zoo, etc.
¿Qué debemos decirles a los hijos exactamente?
Hay puntos clave que debéis decirle. Lo esencial es que la situación sea lo menos desagradable posible y que ellos lo entiendan de la mejor forma.
- Jamás les digáis que no os queréis porque pensarán que también podréis dejar de quererles a ellos. Debéis explicarles que no os lleváis bien y que es la mejor manera para que todos estéis contentos.
- Ser sinceros y explicadles las cosas con claridad, pero sin hacerles jamás responsables de esta decisión, dejadles claro que ellos no tienen la culpa de nada.
- Responded a sus preguntas de forma natural y sincera.
- Explicadles dónde van a vivir ellos, dónde lo haréis vosotros, cuándo y cuánto os veréis, etc. Pero no les hagáis partícipes de estas decisiones, os corresponden a vosotros como progenitores, por tanto, dádselo todo resulto.
- Dejadles claro que la separación no significa en absoluto abandono y que ambos les querréis igual que siempre y os seguiréis ocupando de ellos como hasta ahora.
Veréis que si seguís estos consejos la separación podrá ser difícil para vosotros, pero no debéis hacer de esto una lucha con vuestros hijos.
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