En Argentina y el mundo, los casos de violencia se incrementan y generan preocupación principalmente entre padres de hijas adolescentes. Las estadísticas indican que en el país se produce un femicidio cada 35 horas. Si bien no todos los episodios de violencia derivan en asesinatos, la gran mayoría de sus muertes son antecedidas por violencia física, donde parejas y ex son los responsables.
En la actualidad, los especialistas entienden como violencia no sólo la física, sino también la psicológica, la verbal y hasta la económica. En muchos casos, aún cuando la víctima se anima a contar y a reconocer la situación que padece, fallan las redes de contención. Allí radica la importancia de estar informado y preparado para dar la ayuda necesaria.
Señales para detectarlos
Aunque no es privativo de esa edad, en la adolescencia es cuando las jóvenes comienzan a incurrir en las relaciones que no siempre son amorosas. Una publicación de la reconocida trabajo de entrevista realizado a 5681 jóvenes de Estados Unidos, de entre 12 y 18 años. Aunque extranjeras, este informe nos permite conocer algunos comportamientos de las adolescentes que pueden evidenciar que son víctimas de violencia.
Según el trabajo de investigación, quienes sufren este tipo de situaciones son más propensas a experimentar comportamientos nocivos para la salud como depresión, baja autoestima, comportamientos antisociales, conductas extremas de control de peso y hasta ideas e intentos de suicidio. Su problema se reflejará así en el rendimiento escolar, deportivo, así como en el resto de sus relaciones interpersonales.
Si la adolescente se ve impedida de hablar o salir con otros amigos o amigas por "celos" de su novio; si su pareja le revisa el celular, el Facebook y otras redes sociales; si controla cómo se viste; si busca alejarla incluso de su familia y amenaza con abandonarla si no acata sus "órdenes", la joven es víctima de una relación violenta y por lo tanto asimétrica. No se debe minimizar y justificar las actitudes del hombre violentó hablando de "celos" y "forma de ser".
Cómo abordar a una víctima de violencia
En muchos casos en que la joven está inmersa en una relación con un violento, es incapaz de aceptarlo e incluso de reconocerlo no sólo ante otros, sino ante sí misma, especialmente si no hay (aún) violencia física.
Generar el ambiente de confianza adecuado, pedir ayuda a especialistas y profesionales de la salud, dar mensajes claros, sin ambigüedades, son fundamentales para ayudar a quien atraviesa una situación de violencia y darle la certeza de que no está sola.
La escuela y principalmente la familia, son aquellos núcleos que deben funcionar en conjunto en el descubrimiento y en elacompañamiento de las jóvenes víctimas de violencia. Los amigos de la adolescente que sufre de maltrato son testigos claves para descubrir qué pasa en ese vínculo.
En Argentina funciona además la línea gratuita 144, donde pueden realizarse, de manera anónima, denuncias por casos de violencia de género, incluso ante la presunción de los mismos, para dar intervención a equipos especializados en la materia.
La colaboración de todos en defensa de la víctima es fundamental para salvar su vida. ¿Sufriste o presenciaste alguna vez una situación de violencia de género? Poder compartir experiencias es también muy importante para entender que a todas nos puede tocar sufrir un episodio de estas características.
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